lunes, 8 de marzo de 2010

Esencia (Jose)

Lo que quiero expresar: todos tenemos una parte de nosotros más infantil e inocente y otra más racional, y muchas veces no QUEREMOS tomar las decisiones que en el fondo SABEMOS que son correctas.


Mis ideas:


Y pensé que era homo sapiens hasta que…

Aparece un niño (o una niña) en una habitación, tocando el piano (o escribiendo). Sonríe porque está disfrutando, está imaginando y puede ver historias y personajes en su cabeza, que cobran vida (podría aparecer otro actor que sólo sea visto por el niño). Está apasionado.

Tras unos segundos, aparece un hombre con aspecto severo (podría ser su padre, aunque en verdad viene a representar una parte de su propia mente), que se queda de pie junto al chico, mirándolo con semblante serio. Al principio, continúa su tarea con normalidad, ignorando al otro. Entonces, el hombre se agacha y sopla al niño, que comienza a perder energía, se tambalea, y finalmente se cae como una flor marchita. El hombre, sin perder su expresión, se levanta, se gira lentamente y se va.


Ése es el esqueleto digamos, pero hay más ideas:

- El niño podría interactuar con otros niños antes de que llegue el hombre.

- Puede haber una parte del escenario (por ejemplo detrás y a la izquierda del chico) que represente sus pensamientos, es decir, las personas que ve en su mente.


No hay comentarios:

Publicar un comentario