domingo, 14 de febrero de 2010

Guille

La primera palabra que me viene a la cabeza es respeto. Que exista la posiblidad de que surjan todas las posibilidades. Que lo que uno cree querer hacer lo haga, y que vea qué pasa. Para poder respetar hace falta comprender, entender qué le pasa o qué está transmitiendo ese que habla, y para eso hace falta compartir un lenguaje.

Me alejé de la gente a la que más quiero, cegado por algo que yo consideraba verdades, por supuesto construidas con este lenguaje, mi padre me condiciona, pienso como él, hablo como él, aaaahhg! siempre imponiendo su forma de ver las cosas a todo el que le rodea, mi hermano mayor y su fuerte iniciativa a la hora de hacer cualquier cosa, también malinterpretándolo, yo me decía a mi mismo: "tienes que hacer tus cosas, tener tus amigos y vivir tu vida, no vivir la suya!", mi mejor amiga, con la que más comparto, también me alejé de ella pensando que no me compensaba la relación, que el estar vinculado a ella me impedía vivir muchas otras cosas, y así me quedé más sólo que nunca.

El expresar todo eso que sentía me ayudó mucho a descubrir nuevas cosas de mí, estaba mal, el mundo, mi mundo no me convencía! pero fue el silencio, el dejar de interpretar todo eso que me pasaba, lo que me empujó fuera de mí mismo, y lo que dio pie a que empezase a respetar y aceptar todo eso que para mí son defectos de las personas a las que quiero y a través de la con-vivencia, rehacer las relaciones.

Así que me surje una contradicción con esta necesidad de lenguaje que me creía...A la vez que lo necesito para expresar mis debilidades cuando necesito hacerlo,fue el no lenguaje, el no utilizar palabras para entender lo que veía lo que me hizo aceptarlas, entenderlas y respetarlas tal como son.

La palabra silencio, oyéndola, creo que simboliza bastante bien esto.


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